domingo, 1 de agosto de 2010

Miedo Entre Jazmines IV

Aunque la llave bailaba un poco en la cerradura no le costó mucho abrir.
-¡Pedazo de patio!-
Era casi el doble de grande que el principal,pero estaba sucio,con medio muro derribado sobre un viejo naranjo seco;nunca había visto el armazón de hierro de un viejo carro,y menos aún con ramas secas y telarañas enormes,oxidado,olvidado…
Aunque ya eran las 10.30 algo de claridad alumbraba la noche en aquel lugar.Era el día de San Juan.
-Vamos allá.A ver…mano izquierda..¡pero si aquí no hay puerta!..el interruptor..es este.
Dio a la luz y su boca no pudo cerrarse.5 barriles como nunca los había visto,tres abajo con unas sujeciones de madera maciza tallada,y dos más arriba encajados a la perfección.
Por una pequeña ventana se filtraba algo de la poca luz solar que aún brillaba en el exterior.

Pero allí..allí ocurría algo.Ella lo notó cuando bajó el primer escalón.Sintió un escalofrío y una brisa,una suave brisa que le acariciaba la cara y que hacía que tuviera la sensación de que hasta se le colaba por entre los botones de su blusa negra.Respiró hondo y quiso quitarse esas locas ideas de la cabeza cuando,al bajar el segundo escalón,la luz comenzó a parpadear..
-Esto es lo que faltaba,tengo que coger el vino antes de que se acabe de fundir,¡pero qué mal rollo me da este sitio!
Apretó contra su pecho la pequeña jarra y de un salto bajó los dos escalones que quedaban.
No sabía que ocurría,pero tenía la sensación de que la estaban observando.La habitación de unos 30m cuadrados parecía empequeñecer a cada paso que daba para acercarse al barril central y,la luz..la luz..¿parpadeaba con más velocidad,o era su odiosa imaginación que le estaba jugando una mala pasada?
-Venga Espe,ya estas junto al barril,llena la jarrita y sal pitando de aquí..-susurraba con voz temblorosa.-¡No joder!¡La luz ahora no!
Se oyó un crujir de cristal y la luz se apagó.
-Vamos vamos…¡sal ya ostia!-apretaba el pequeño grifo del barril y el vino no salía-¡Vengaa!
-Vengaa…-una voz sonó al fondo de la pequeña bodega..
-Sí Abu,ya voy,es que el vino no quiere salir y la luz..Abu..¿Abu?
-Sal de aquí..
-Que sí que sí,pero habla más alto que aquí parece que estemos metidos en un pozo.Tengo que aprovechar la poca luz que entra por…la…ventana….perdone señora,pero aquí no se puede entrar-al volver la cabeza para contestar a Salvador Esperanza vió a una señora mayor asomarse desde la puerta.
-Venga niña,sal de ahí-la señora miró hacia a dentro de la bodega,parecía estar buscando algo-Venga pequeña,por favor no estés más ahí-insistió con voz dulce.
-Sí sí,ande y vallase a la barra que ya estoy terminando aquí-dijo Esperanza esperando impacientemente a que el fino chorrito de vino llenara la jarra.
-Es tarde mi niña..sal te lo ruego..-y la voz se perdió cunado Esperanza volvió a mirar a la señora.
Ya no estaba,agarró su jarra y la oscuridad llegó de pronto.Ella sabía que hasta que se incorporó aún se podía ver ahí dentro,¿que había pasado?,la ventana no tenía puerta ni cristal,así que no se podía haber cerrado,no la podían haber cerrado.
-Oiga..¿sigue ahí?,no se ve nada..ni la salida..respira Espe y girate despacito,con cuidado de no caerte y mira bien-decía en voz alta-la salida tiene que verse,algo de claridad debe entrar por la puerta así que..a ver..despacito..no no no,no es posible..¡ABU! Por favor,¿me oye alguien?
Dios esto no me puede estar pasando..Algo de luz,busca algo de luz..

No podía creerlo,no podía ser cierto..y la brisa..la brisa ya no era tal,era viento,un remolino de viento,pero eso no era posible dentro de una habitación.Las solapas de su camisa se movían,sus largas trenzas rubias se agitaban a un lado y a otro..
-Por favor,¿me oye alguien?-Temblaba,su voz sus manos..toda ella se estremecía.
-Aquí estoy pequeña,sigue mi voz y canta algo¿si? Eso te tranquilizará.
-Señora ¿es usted?,siga hablando por favor,aquí dentro no se ve nada..¡AAAH! Ostias Salvador,sueltame y llevame a la salida hombre..que susto,aquí no se ve nada..no deberías gastar estas bromas tío...
-No saldrás de aquí..hoy no..
-¿Quién es?¡por favor ,por favor no me haga nada..-contestó Esperanza a la voz-Mis jefes están ahí fuera…-
Lloraba,casi no podía respirar..y ya no era una mano,eran muchos los dedos que la sujetaban y tiraban de de ella..
-Escúchame a mi pequeña..no pasa nada…ahora,mírame,¿ves la luz? ¡¡AHORA!!

Y Esperanza salió corriendo,lloraba gritaba..no cerró la puerta del patio..no miró hacia atrás..solo corrió y corrió hasta que vio la luz en el patio y a Daniel y Salvador junto a la cocina y ahí cayó de rodillas..la jarra se rompió contra el suelo…el vino se derramó junto ella…

...y no podía respirar….

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