lunes, 23 de agosto de 2010

Miedo Entre Jazmines IX

-¡Quién anda ahí!
No recibió respuesta.
Giró sobre sí misma mirando y sin mirar a su alrededor…pero nada.Volvió a observar en el reflejo del espejo y no le gustó lo que vio.
Una espesa nube blanca giraba en torno a ella,le parecían finas telas al viento. Levantaba su mirada para confirmar lo que el espejo le estaba mostrando, seguía sin ocurrir nada.
Esta vez se paró con más detenimiento a observar el espejo.
-Esto es…¡Pero si son……!…ohh…

Ya no podía dejar ver…porque empezó a sentir.
Oía susurros…

Ahora eran voces…

¡Le estaban hablando a ella!

-..Nos ve…
-..Sí nos ve…
-…¿Por qué puede vernos?…Esperanza…¿por qué puedes vernos?
El olor a jazmín la estaba mareando y las imágenes se estaban empezando a materializar a su alrededor suavemente, apareciendo como vapor.
Ya comenzaba a ver sin mirar al espejo,a sentir los mismos dedos que la sujetaron en la bodega…
-Entonces no lo soñé…lo de la bodega ocurrió de verdad…
-¡Sal de aquí niña!¡CORRE Y NO MIRES ATRÁS!
Esa voz era conocida para ella…
-¡Es usted!
Sin ningún motivo miró al espejo y tras un fondo de telas blancas que giraban con violencia, no fue su cara lo que vio.
Era la señora que la había ayudado a escapar de aquella oscuridad absoluta…era su voz la que le hablaba de nuevo,pero su aspecto era distinto,su imagen había cambiado.
-…No…¡Esta vez no!…sujetadla..no la dejéis ir..
Y de nuevo esa horrible sensación de que tiraban de sus ropas,de su pelo,algo sujetaba sus piernas anclándolas con fuerza al suelo. Estaba encadenada.
-¡Dejadla ir! No paguéis vuestro tormento con una inocente…¡DEJAD QUE SE VAYA!
Esperanza cayó al suelo con violencia, fue arrojada con ira hacia la pared…
-¡Corre pequeña! No se cuánto tiempo podré sujetar su odio.
Dolorida y aterrada,Esperanza agarró su bolso y empezó a gatear por el pasillo en dirección a la salida.

Intentó incorporarse cuando a penas le quedaban dos metros para llegar a la puerta,pero esta se cerró con tal fuerza que hizo vibrar el suelo que ella pisaba.
Tiró una vez,dos..no podía..no lo lograba..hasta que una brisa helada gritó..
-¡AHORA!
Pudo salir,pero la puerta estaba abierta de par en par.¿Cómo cerrarla,si para ello debía volver a entrar y tirar del pomo?
Tubo una idea,abrazaría el marco,sólo apoyaría una rodilla en el escalón de la entrada,y con la otra mano agarraría el pomo y tiraría para cerrar.Pero resultó no ser tan sencillo.
Se abrazó al marco…apoyó la rodilla…estiró su brazo…
-¡Soltadme!…

Tiraban de su pelo,pero resistió,y consiguió cerrar.

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