sábado, 14 de agosto de 2010

Miedo Entre Jazmines VI

No recordaba cómo había llegado a casa.No tenía claro si lo recordaba de la noche anterior era cierto o solo había sido un mal sueño.No podía soportar aquel fuerte dolor de cabeza.

Se levantó, se duchó y se fue de nuevo a trabajar no sin antes decir adìós a sus abuelos que como cada mañana le reprochaban que llegara tan tarde de trabajar y criticaban su oficio,pero a ella no le importaba lo que ellos dijeran,les daba 300e todos los primeros de mes por dormir en un dormitorio frío en invierno e insoportable en verano y por la ropa que la anciana se empeñaba en lavar a mano,así que sabía que estaba cumpliendo,¿por qué molestarse en discutir?

El sol la molestaba,era una extraña mañana en las que no se sabe acertar con la ropa que se usará.Aquel día había elegido un discreto pantalón negro, casi igual que el que usaba para el trabajo, y una blusa blanca ceñida solo abotonada en el pecho y que ella se empeñaba en nunca cerrar;su melena rubia le parecía un estorbo,pero ¿quién se atrevería a cortar esa melena rubia ondulada que le llegaba más a bajo de la cintura?.

No paraba de dar vueltas a ese recuerdo extraño,nada más llegar le preguntaría a Abu si realmente ocurrió lo que tanto la atormentaba,sobre todo, esa mujer..

Cuando quiso darse cuenta ya había llegado a la calle Osio y,qué extraño..normalmente a esa hora había mucha actividad en esa calle;las idas y venidas de las monjas del asilo con personas mayores, los “guiris” entrando y saliendo del Hostal Osio..pero estaba todo cerrado.¿Ninguna puerta abierta a esas horas?

-Debo de haber salido mucho antes de lo que pensaba..-
Pero algo le hizo ponerse alerta.Cuando llegó a la altura del asilo oyó algo nada normal,se oían gritos y voces que decían:
-¡Por favor tranquilicese que no pasa nada!…¡Sujétalo,sujétalo fuerte!…¡Pero señor qué les pasa!….

No daba crédito a lo que oía,nunca jamás habían tenido problemas con ningún viejecito en el asilo,las monjas solía presumir con sus vecinos de lo tranquilos dulces y laboriosos que eran las personas que allí “tenían recogidas para pasar mejor sus últimos días”.




Continuó caminando con una expresión de extrañeza..
-¡Por favor cálmense! Les repito que nadie ha entrado en sus habitaciones,a noche se cerró la puerta del hostal como siempre a las 12 y sólo entraron los clientes que llamaban al timbre y personalmente como ya saben los acompañamos a sus habitaciones…no…no…

La puerta del hostal se abrió..
-Pero señores les ruego que entren en razón,aquí nunca ha habido espíritus ni fantasmas…¡Por el amor de Dios qué locuras son esas!….
3 Parejas de huespedes salieron del hostal con sus maletas,una señora lloraba abrazada a su marido sujetando un rosario como si la vida le fuese en ello, negando con la cabeza mientras José el dueño del hostal suplicaba que volvieran..


-Pero señora,tranquilicese…¿quiere que le haga una tila? Piense que lo más razonable es que halla sido todo una pesadilla…

Pero no escuchaban nada de lo que les estaban diciendo,todos se limitaron a meter sus maletas en los coches,una pareja hasta llevaba algo de ropa en las manos porque no se había parado ni a guardarla.
Algo raro estaba ocurriendo en esa calle y, Esperanza aún no podía imaginar qué…

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